Una de las grandes ventajas del BIM (Building Information Modeling) es su utilización en la fase en que el edificio se terminó de construir. És decir, un BIM compartido para casos de emergencia. En la fase en que la propia empresa que utiliza esa infraestructura o las empresas encargadas del mantenimiento puedan poner en marcha todos los sistemas proyectados y mantenerlos. La metodología BIM permite que los diferentes agentes del equipo de mantenimiento, a través de diferentes softwares de comunicación y visualización del modelo, puedan programar el mantenimiento preventivo que debe realizarse sobre las instalaciones, así como encontrar, notificar y archivar los diferentes problemas que pueden surgir en todo el entramado para un correcto mantenimiento correctivo.

Ahora, ¿Nos imaginamos un futuro con la información BIM de nuestro edificio compartida? És decir, ¿un BIM compartido para casos de emergencia? Un futuro donde un centro de control de bomberos, policía o protección civil pudiese conocer el estado de ese edificio y sus accesos, ver si los sistemas de emergencia están funcionando o no, mientras los dispositivos se trasladan a la ubicación en estado de emergencia. ¡Parece una historia de ciencia ficción, de película de domingo, pero la realidad es que estamos ya en disposición de poder almacenar esa información! ¡De compartirla en un archivo digital! Claro está que con ello se crea un problema a resolver por los equipos de ciberseguridad, pues evidentemente nadie deseará que esa información esté al alcance de cualquier hacker.

Un futuro en BIM nos brinda muchas oportunidades, ¡pero hay que sortear muchos otros problemas!